lunes, 23 de enero de 2012

Carta abierta a Mourinho

Estimado D. José Mourinho:

Voy a ser directo y sincero. Directo porque el tiempo apremia, y sincero porque de otra forma, esta carta carecería de sentido alguno. Hacía mucho tiempo que la afición del Madrid no se ilusionaba tanto por alguien que no era una mega estrella dentro del terreno de juego. Usted ha conseguido, lo que para mí, son dos hechos inigualables: el primero, abrir los ojos al madridismo entero. Nos ha hecho ver que el señorío no consiste en dejar que te pisoteen. Debemos protestar cuando nos perjudiquen. El segundo es que usted cuenta con la total confianza del presidente D. Florentino Pérez. No recuerdo que ningún entrenador haya conseguido esa relación tan estrecha con el máximo mandatario del club.

Creo que pocos madridistas ven en su figura el ‘simple’ entrenador de esta genial plantilla. Para la mayoría usted ya es un símbolo del madridismo, alguien que defiende el escudo como si llevara en él toda la vida. Usted es perfectamente consciente de cuál es el lugar de la institución en el mundo y de cuáles son los valores que encarna, por ello, intenta hacernos cada día más grandes, algo que los aficionados le agradecemos y agradeceremos eternamente.

No conozco cómo es el vestuario por dentro, lo que sí sé es que los futbolistas ven en usted más que un entrenador, ven un padre. No lo digo solo por los jugadores del Madrid sino por todas las declaraciones que se recogen de los que han estado alguna vez bajo sus órdenes. Aquel abrazo con Materazzi tras ganar la Champions con el Inter en el Bernabéu lo dice todo. Lo de los pitos es algo pasajero. Como usted dijo aquí han pitado a los más grandes. La afición está impotente por la derrota con el Barcelona del otro día, pero las victorias llegarán y, con ellas, los títulos.

Hacía mucho tiempo que no me divertía tanto viendo jugar al equipo como este año. La trayectoria es brutal y la forma de atacar, simplemente increíble. Estamos batiendo todos los registros goleadores de la historia y no se puede jugar más atractivo y vertical. Todos los madridistas soñamos con ganar la décima Copa de Europa y con que usted sea el técnico manteado. Estoy convencido de que callará muchas bocas.

No le conozco personalmente (aunque espero hacerlo algún día), pero me voy a tomar la licencia de pedirle un favor: no se vaya del club porque con el Madrid va a marcar una época. Al Barcelona se le puede ganar (como en aquella gloriosa noche de la final de la Copa del Rey) y pronto lo haremos de nuevo. Siempre desde la humildad, el sacrificio y el trabajo conseguiremos volver a la cima europea y nacional. Después de todo, solo puedo decirle una cosa: muchas gracias, D. José, por todo lo que nos ha dado hasta ahora y lo que nos queda por disfrutar juntos, al madridismo con usted y a usted con el madridismo. Confiamos en usted.

Un cordial saludo. ¡Hala Madrid!